Anduve en el centro de la ciudad, las vidrieras anuncian la Navidad, hay Papá Noel de variados tamaños, el reno Rodolfo como cada año, volando…volando, lo sigue un rebaño que nunca va al baño, el árbol de Navidad de colores que nadie conoce, precios populares y pagaderos con Ahora 12, altura a gusto, y la estrella brillante y colgante, todos los años iguales los escaparates.
Cierro los ojos.
Todavía no llegaron María y José, los pastores y los Reyes Magos, que lindo era diciembre de la niñez lejana, teníamos tanto teniendo casi nada, mirando el cielo las estrellas parecían cercanas trayendo regalos del Niño Jesús.
El tiempo en su prisa devora los sueños, el hombre no sueña, por tener tanto se esmera y al final no tiene nada.
Buenas noches y hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario